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Entrevista concedida a Cristina Marceló para ConnecTerrassa

Cristina Gómez y Lozano, psicóloga clínica en PsicoBenestar especializada en adultos y jóvenes, ayuda a las personas a superar situaciones complicadas y recuperar su equilibrio emocional desde una perspectiva integradora-humanista. En connecTerrassa hemos querido conocer más de cerca en que consiste esta psicoterapia, y entender como nos afecta la crisis económica desde una visión psicológica integradora.
Cristina, explícanos como empezaste a interesarte por la psicología. ¿Por qué te especializaste en psicoterapia humanista para jóvenes y adultos? ¿Qué piensas de las corrientes conductistas o psicoanalíticas?

Toda la vida he trabajado en el ámbito de la salud. En el trato diario con los pacientes a menudo me provocaba una sensación que yo identificaba como un tipo de señal que indicaba que el origen, o gran parte de su sufrimiento, estaba lejos del lugar donde se buscaba.
Su salud era contemplada con una visión mecanicista que reducía los males o quejas de la persona a un problema estrictamente físico, descartando otros orígenes. Ahora sé que la extrañeza que sentía era una resonancia que me hacía ver que el sufrimiento de ciertas personas no tenía que ver con ninguna alteración orgánica, sino que mucha sintomatología física era el reflejo de un problema psicológico.

Mi interés por la psicología humanista se debe de a diferentes profesionales de la psicología de los cuales he podido aprender, y que he ido encontrando durante mi formación. Cuando realmente decidí que esta sería la orientación que seguiría fue durante  la carrera, durante las prácticas. Tuve la suerte de poder realizarlas en un centro de orientación humanista, y su forma de trabajar con los  clientes me cautivó. El terapeuta desplegaba una serie de habilidades muy básicas y sencillas pero de mucha importancia en el proceso terapéutico. El resultado era que la persona se sentía acogida con plena empatía, calidez, respetada y validada en su sufrimiento, sin juicios sobre sus actuaciones, pensamientos o forma de sentir, y aceptada de forma incondicional. La percepción que yo tenía es que se establecía una relación sanadora por el simple hecho de darse estas condiciones. La actitud del terapeuta, que sin ser directivo empleaba las técnicas para que la persona se diera cuenta y tomara conciencia de su experiencia en el presente y se responsabilizara de ella, haciendo que desarrollara sus propios recursos para resolver los problemas.

Sé que en aquel momento decidí que aquella sería el tipo de terapia que a mí me gustaría recibir, en caso de necesitarla. La que me hiciera dar cuenta y tomar conciencia de mis conflictos, la que no marcara como “normal” o “patológica” mi conducta, la que atendiera a mis emociones y a mi sufrimiento… la que me hiciera sentir una persona que, todo y sus problemas, tiene la capacidad de rehacerse, encontrar su camino, y que la haga vivir en coherencia consigo misma, respetándose y aceptándose.

Os explicaré de forma metafórica  porque decidí especializarme en la psicoterapia para adultos y jóvenes. Yo comparo la parte que sufre de la persona, la más emocional, con un niño perdido que se siendo vulnerable, frágil y asustado… Pues bien, a mí me gusta coger a este niño de la mano y acompañarlo mientras crece, desarrolla habilidades, y coge las fuerzas y motivación  suficientes para encontrar su camino y emprenderlo a solas.

Mi conocimiento sobre la corriente psicoanalítica es muy discreto, hecho por el cual no me atrevo a versar una opinión fundamentada, puesto que correría el riesgo de ser desafortunada. Respecto al conductismo me parece interesante su aportación sobre los procesos de aprendizaje y acondicionamiento humano, pero su perspectiva me resulta extremadamente reduccionista.

¿En que consiste la psicoterapia? ¿Qué estrategias usas para ayudar a las personas a recuperar su equilibrio o superar situaciones complicadas?

La psicoterapia es un proceso de comunicación interpersonal en el cual se encuentran dos personas (o más, dependiendo si hablamos de terapia de grupos o de pareja): lo/la terapeuta, como experto/a en psicología, y el cliente/a, que es el experto/a en su problema. Juntos trabajan para conseguir resolver el problema o conflicto que genera malestar en la persona, generando cambios de diferente nivel, que repercutan en una mejora de la salud y bienestar del cliente/a.

En mis terapias aplico una perspectiva integradora, hecho por el cual, dependiendo de las características de la persona que me hace la demanda de ayuda y de su problema, aplico unas técnicas y estrategias o bien otras. Es decir, a mi forma de entender no hay una terapia “estándar” para todos los clientes que hacen una misma demanda y que se aplica sistemáticamente. Yo entiendo la terapia como un proceso creativo y dinámico el cual va cogiendo forma y textura dependiente del material que va surgiendo a las sesiones, y de cómo va respondiendo el cliente. Cada persona es única, al igual que su experiencia vital y su sufrimiento, por lo tanto, el tratamiento tiene que ser tan único como ella misma.

Varios expertos en salud declaran que la crisis económica que estamos viviendo aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud mental. ¿Cómo lo ves desde una perspectiva integradora-humanista? ¿Cuáles son los problemas psicológicos más comunes hoy en día? ¿Qué sector de la población ha quedado más afectado?

Por supuesto que la crisis económica es una fuente de estrés muy importante. La gente está sufriendo mucho, no es ningún secreto ni hay que hacer ningún  macro-estudio para darnos cuenta que las personas que nos rodean;  nuestra vecina, nuestro primo, o unos amigos, o nosotros mismos, estamos sufriendo en este contexto económico.

Mi visión de todo es que la gente tiene una sensación de vulnerabilidad muy grande puesto que han perdido el que para mí es fundamental: la capacidad de decidir y dirigir como quieren dirigir sus vidas. Y es que hemos llegado a un punto en el que las personas no pueden tener unas expectativas sobre necesidades tan fundamentales cómo son unos ingresos estables que los permitan estructurar su cotidianidad. Los jóvenes no pueden pasar a la vida adulta porque no pueden acceder a una vivienda. Los adultos, ya independizados, no pueden plantearse tener hijos porque no saben si los podrán mantener. Los trabajadores (que trabajan) lo hacen en situaciones de mucha presión. Los niños sufren las consecuencias del estado de ánimo de unos padres en situación de desempleo. Las personas mayores, lejos de poder relajarse, están muy preocupadas por el futuro de sus descendentes (y esto, si con suerte no los mantienen ellos). Etc., etc, etc…

En este contexto, los problemas psicológicos más habituales son la angustia, la depresión, los consumo de sustancias, los miedos, problemas relacionales, “burnout” laboral, insatisfacción generalizada, etc. Todas las personas estamos interconectadas entre nosotros, si a una persona le pasa algo, afecta a su entorno, y a la vez este entorno está rodeado por otro que también acabará siendo afectado. Por lo tanto, todos los sectores de población han quedados afectados, si bien los que más la sufren son aquellos que antes de la crisis ya eran desfavorecidos y con poca red de apoyo.

Hay personas que creen que la figura del psicólogo no se necesaria, y que un mismo se puede salir de cualquier situación. ¿Qué los dirías? ¿Qué crees que los hace ser reticentes?

Creo que lo que hace ser reticentes a las personas es el desconocimiento del qué es y hace un psicólogo. Hay personas que creen que sólo hay que acudir a un psicólogo en caso de “estar loco” o “llorar mucho”. Es evidente que los psicólogos estamos para ayudar a las personas que tienen una sintomatología muy evidente y desatada, pero también estamos para ayudar a las personas que son completamente funcionales y que aparentemente no tienen ningún problema a solucionar los diferentes aspectos que los pueden hacer sentir malestar psicológico. Podemos ayudar a mejorar las relaciones que se dan entre diferentes personas (padres, hijos, parejas,…), reconducir formas de actuar que no nos hacen ningún bien, mejorar capacidades personales, facilitar el paso de una etapa evolutiva a otra, superar pérdidas, etc.

Yo creo que mucha parte del problema en cómo se ve al psicólogo es el estigma que recae sobre la enfermedad mental, y la creencia social de que tenemos que ser “normales”. Este dos factores nos hace rechazar (y esconder) todo el que pueda asociarse a los problemas psicológicos y a los psicólogos. No dudo que haya personas que puedan salir de situaciones muy adversas por si mismas. El caso es que ni todos somos iguales, ni todos tenemos los mismos recursos personales, ni las mismas capacidades, ni las mismas necesidades, así que el que puede afectar gravemente a una persona puede ser poco significativo para otra.

A estas personas los haría estar agradecidas por la fortaleza que tienen, pero los pediría que no extrapolaran su vivencia a los otros. También los haría reflexionar sobre la creencia de tenerse que salir todo sólo de una situación complicada. ¿Y si resulta que haciéndonos acompañar por un psicólogo nos salimos antes y con menos sufrimiento? ¿Y si resulta que gracias a esta compañía a salimos más fortalecidos de la situación? ¿Y si la compañía del psicólogo hace que superamos el problema con menos pérdidas? Ya ves que se me ocurren muchos “y sí…”.

Y, ya para acabar, siguiendo la tradición habitual a las entrevistas de *connecTerrassa, querríamos que nos recomendaras dos cosas: 1) Una web/autor de vuestro sector que encuentres interesante, y 2) Un comercio, bar, restaurando y/o profesional de Terrassa que te guste por un motivo u otro.

Me es muy difícil responder a esta pregunta, puesto que al nombrar a una persona, profesional, comercio, etc. se podría pensar que me olvido del resto. Me pasa lo mismo que cuando me hacen decir cuál es mi canción preferida. Mi respuesta siempre es la misma; ¡tengo muchas! Puedo elegir una u otra dependiente del estado de ánimo, del momento del día, o de la actividad que esté haciendo en el momento. Lo mismo pasa con profesionales, comercios o servicios, dependiendo de las necesidades del momento, del qué me esté ocupando el pensamiento,… En Terrassa tenemos la suerte de que hay mucha gente que hace las cosas muy bien, pero lo que yo más aprecio de cualquier profesional o servicio es que, además de hacer bien su trabajo, tenga un trato amable, cercano y cálido. En definitiva tener la sensación de que para aquella persona atenderme bien no es un “trabajo” a hacer sino una parte integrada en su persona.

A ver, elegiré como criterio para hacer la recomendación el comercio que he visitado anterior a responder esta pregunta. Recomiendo la Pescadería Torrents, en la calle Cervantes, tienen muy buen pescado, pero lo mejor de todo es su dependienta, Montse; alegre, atenta, honesta, eficiente, ¡muy maja!

De webs y recursos electrónicos también han muchos y de mucha calidad. Una que puede estar bien porque el lenguaje y contenidos no son estrictamente “académicos” o dirigidos exclusivamente a profesionales sería la de Psicoactiva http://www.psicoactiva.com/

Versión en Castellano de la entrevista concedida a Cristina Marceló para ConnecTerrassa (para ver original seguir el enlace :  http://www.connecterrassa.cat/noticies/cristina-gomez-amb-la-crisi-la-gent-te-una-sensacio-de-vulnerabilitat-molt-gran-perque-han )

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